"Toda sociedad es un sistema de interpretación del mundo (...) Su propia identidad no es otra cosa que ese "sistema de interpretación", ese mundo que ella crea. Y esa es la razón por la cual la sociedad percibe como un peligro mortal todo ataque contra ese sistema de interpretación; lo persigue como un ataque contra su identidad, contra sí misma"

Cornelius Castoriadis (1988) Los dominios del hombre. Barcelona: Gedisa.


martes, 14 de julio de 2009

Esperando a Godotti

por Leandro Gonzalez de Leon


ZAPADA, una comedia beat. De Raúl Perrone, Argentina, 1998

La figura convocante es Diego Capusotto. Mientras nuestros intelectuales analizan sus personajes y parecen ver en él -como los franceses de Zelig- "un símbolo para todo", otros nos empecinamos en la recolección enciclopédica de su obra, rastreando y catalogando todo lo que haya hecho.

Así damos con Zapada, una comedia beat, el primer largometraje de DC, dirigido por Raúl Perrone, con Campi, el ex Cha Cha Cha Santiago Ríos, Marta Lorenzatti y Daniel Zaballa, hasta hace un tiempo director de cultura del Municipio de Morón. La película, no estrenada comercialmente y con un presupuesto nulo, responde al "dogma" de Perrone, resumido en un papel tan maltratado como su sentido del glamour: ahorrar luz, tiempo, tomas, sueldos y tratar de contar algo con lo poco que queda. Y no lo hace mal.

Fue filmada en Ituzaingó, a unas veinte cuadras de la casa de este cronista. El guión pertenece a Perrone y a Sergio Wolf, escritor, cineasta y licenciado en comunicación, como la totalidad de los lectores de este blog.

Zapada, cercana al cine de Jarmusch, presenta a dos tipos que no pueden cobrar una deuda. Sin un peso y en la calle, esperan en un parque de diversiones abandonado la llegada de un tal Godotti, un gordo con anillos que les debe cientocincuenta pesos. "¡Este Godotti hijo de mil puta! ¡Sabía que nos iba a dejar de garpe!", grita Capusotto, parafraseando el clásico de Beckett.
Mientras esperan, se refugian en la casa de Martita (Lorenzatti) y su novio Pipo (Ríos). Daniel Zaballa compone a Varela (Zabala/Varela, ya lo escuché en algún lado), un homeless que proyecta películas clásicas en un descampado. Y sobre el final aparece de la nada Jorge Porcel Hijo, otro conocido de los muchachos, con quien inician un viaje con destino incierto.

Interesante y efectiva. No me atrevo a calificarla, pero imagino que el crítico de cine Bobby Sansorette bien podría darle como calificación tres "este país es una mierda".


Adjunto un falso trailer, editado para la ocasión


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