por LGdL / Darevil II
Salí apurado durante mi hora de almuerzo para llegar a la galería donde tenía que retirar un libro, Daredevil Renacido, otra aventura del ciego enmascarado escrita por Frank Miller.
Volvía caminando y leyendo por la calle, inmerso en su mundo de corrupción y violencia, sin notar que me metía en medio de un procedimiento policial en la calle Riobamba. Me detuvieron y participé como testigo en un allanamiento.
Los oficiales parecían buena gente, pero no pude dejar de imaginarlos con las caras salpicadas de sangre, defendiendo los intereses de los barones del crimen.
Hice el esfuerzo de no leer en la escena del crimen -40 minutos aburridísimos- y pedí amablemente un certificado. "Para el trabajo", les dije, porque era más complicado decirles que quería un souvenir de la realidad.