"Toda sociedad es un sistema de interpretación del mundo (...) Su propia identidad no es otra cosa que ese "sistema de interpretación", ese mundo que ella crea. Y esa es la razón por la cual la sociedad percibe como un peligro mortal todo ataque contra ese sistema de interpretación; lo persigue como un ataque contra su identidad, contra sí misma"

Cornelius Castoriadis (1988) Los dominios del hombre. Barcelona: Gedisa.


viernes, 5 de junio de 2015

Ciego


por LGdL / Daredevil I

La realidad es ficción. Durante el fin de semana, revisé los comics de Daredevil, el abogado ciego que combate el crimen con el resto de sus sentidos superdesarrollados... El lunes empecé a ver la nueva serie de Netflix sobre el personaje. Interesante. Por casualidad, venía leyendo Catedral, de Raymond Carver, cuyo cuento del mismo título cuenta la relación de un matrimonio con un extraño amigo ciego. 

Ayer me fui a trabajar pensando qué pasaría si a esta altura de mi vida perdiera la visión. Tendría que cambiar de trabajo, sin duda, y hasta de profesión. Aprender braile sería difícil, tal vez hasta hiciera otra carrera... ¿Derecho? Sí, como Daredevil, sería genial... Abogado de derechos humanos, los héroes de nuestro tiempo ¿y a ver quién se atreve a discriminarme?

Seguía pensando en el tema cuando salí a almorzar y me entró una basura en el ojo. Tras cuatro horas sin poder quitármela, terminé en la guardia oftalmológica. Había mucha gente delante mío: casos de conjuntivitis, miopía, astigmatismo. Quedamos para lo último un viejo con el ojo tapado y yo. El objeto -un punto negro- estaba enquistado detrás del párpado, muy adentro y había lastimado la superficie. Llegué sano y salvo a la facultad, donde doy un curso de historia del cine. Los contenidos del programa ya los había visto, un par de cuatrimestres más podría seguir, si no me fallaba la memoria.

Ahora me estoy poniendo antibióticos para prevenir la infección y por suerte ya no me duele. Pero la sociedad se pierde a un héroe, que no puede ayudar a nadie porque está en casa mirando televisión, con la visión óptima mientras todos los demás sentidos se siguen arruinando.