"Toda sociedad es un sistema de interpretación del mundo (...) Su propia identidad no es otra cosa que ese "sistema de interpretación", ese mundo que ella crea. Y esa es la razón por la cual la sociedad percibe como un peligro mortal todo ataque contra ese sistema de interpretación; lo persigue como un ataque contra su identidad, contra sí misma"

Cornelius Castoriadis (1988) Los dominios del hombre. Barcelona: Gedisa.


domingo, 30 de diciembre de 2018

Orson Welles: Una secuencia onírica


Los siguientes diálogos tuvieron lugar en 1971, durante el rodaje de la película A safe place. Henry Jaglom, el director, comparte con Orson Welles, actor en el film, su frustración durante los primeros días de rodaje.


—El equipo me odia. Todos son muy negativos. A cada cosa que planteo que contestan: "Eso no está en el guion" o "Eso no quedaría bien en el montaje". Cada plano es una lucha. Estoy harto.
—¡Dios mío! Tendría que habértelo advertido. Diles que es una secuencia onírica.
—¿Cómo?
—Lo que oyes. Confía en mí. Confiaste lo suficiente para darme el papel, ¿no? Pues ahora haz lo que te digo.

Terminaron de comer y volvieron al trabajo. Jaglom había programado un plano muy difícil.

—No puedo hacer eso— dijo el operador.
—¿Por qué?
—Porque no quedaría bien en el montaje.
—Es una secuencia onírica.
—¿Cómo que es una secuencia onírica? ¿Y cómo no me lo has dicho antes? Me voy a cargar la cámara al hombro y voy a hacer así y así y así. Y va quedar superpsicodélico.

Esa noche Jaglom fue a hablar con Welles.

—¿Pero qué coño está pasando aquí?—le soltó. —Cada vez que quiero hacer algo les digo "Es una secuencia onírica" y todo el mundo cae rendido a mis pies.
—Tienes que comprenderlo. Son personas que trabajan mucho para ganarse la vida. Y su vida es dura, muy estructurada. Se pasan todo el día trabajando, se van a casa, se sientan a cenar, acuestan a sus hijos, se van a la cama... y otra vez a rodar a las cinco de la mañana. En su vida hay reglas para todo excepto para los sueños. Solo son verdaderamente libres cuando se quedan dormidos y sueñan. Si les dices que vas a rodar una secuencia onírica, se liberan de todas esas reglas que rigen su vida y se vuelven creativos, imaginativos, y te dan todo tipo de cosas, las cosas que llevan dentro.

Fue el comentario más sabio que Jaglom oyó nunca.


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Biskind, P. (2015). Henry conoce a Orson. En: Mis almuerzos con Orson Welles. Conversaciones entre Henry Jaglom y Orson Welles. Buenos Aires: Anagrama, pp. 21-23.