
No podría indicar por el momento el modo de servirnos del poder educativo del cine, porque nadie sabe lo que es menester enseñar; lo que es menester enseñar a Juan, no es lo que es menester enseñar a Pedro.
(...) Nuestros estudiantes son durante años esclavos de esta enseñanza abominable, que los priva finalmente de su capacidad de ver la cosa en acción. El cinematógrafo tiene la ventaja, no solamente de mostrar el movimiento de una cosa, sino la de detener una acción en cualquier momento; y de aquí que permita ver un rostro en otros momentos que en aquellos en que es gracioso y expresivo.
George Bernard Shaw, citado por Horacio Quiroga
en Caras y Caretas, nº 1106. 13 de diciembre de 1919.
en Caras y Caretas, nº 1106. 13 de diciembre de 1919.